Festejamos a la patria;
pero muchos no sabemos
lo que es el patriotismo.
Unos cuantos, por ejemplo,
lo confunden con campañas
y discursos de cinismo.
En esos discursos se habla
de que México es la patria
de hombres nobles y cabales.
Yo no dudo que los haya,
pero también es la tierra
de enormes desigualdades.
En nuestro país se abusa
de campesinos, obreros
y muchos trabajadores.
Son los que se sacrifican
para pagar los errores
de ineptos gobernadores.
La justicia que tenemos
es absurda, incongruente,
con contrastes e ironías.
A veces da menos miedo
toparse con delincuentes
que toparse a policias.
Nuestro historia está marcada
por políticos corruptos
que después se autodestierran;
y a la vez, está sembrada
de caudillos que ellos matan,
y a los que después veneran.
¿Cuántos no han defraudado
la esperanza y la confianza
que los votantes les dieron?
Para esos desvergonzados
que explotan nuestro país
no hay mas patria que el dinero.
¿Cómo hacer que este país
avance en la democracia
y deje el tercermundismo?,
si para empezar estamos
divididos en estratos
de marcados elitismos.
Tan divididos estamos
que tenemos otra patria
en una tierra distinta.
Sólo que esos mexicanos
viven entre la cultura
de acomplejados racistas.
Entre las costumbres pobres
tenemos muy arraigada
la filosofía del macho.
Ese que se siente hombre
pero frente a una mujer,
y muchas veces, borracho.
El patriotismo no es
una violenta afición
a un equipo de futbol.
No es nuestro orgullo herido
por un equipo perdido;
no es la euforia de un gol.
Ser patriota significa
cuidar la soberanía
del país y de su gente.
Es velar por el cuidado
de los derechos humanos,
de la paz y el medio ambiente.
Tenemos un país grande,
con variedad de riquezas
y recursos naturales.
Es fácil administrarlo
si ponemos por delante
nuestros valores morales.
Construyamos los cimientos
del país que dejaremos
a poblaciones futuras.
Dejemos a nuestros hijos
bases de conocimientos,
de educación y cultura.
Trabajemos por un pueblo
que se erija como ejemplo
de lo que es una nación;
pues mucha fama tenemos
por drogas por delincuencia,
suciedad y corrupción.
Debemos ser más conscientes;
ser honestos, responsables
y mucho más positivos.
Dejemos esa doctrina
de marchas interminables,
de huelgas y días festivos.
Promocionemos un himno
que hable de paz, hermandad
y respeto a nuestra tierra;
porque el himno que tenemos,
aunque bello en realidad,
es más un canto de guerra.
Ya no se requieren guerras
para salvar a la patria
de alguna fuerza extranjera.
Lo que sí necesitamos
es amarrarle las manos
a los que se sirven de ella.
Y es que un pueblo no se salva
solamente con valor
ni combatiendo con ansias.
Debemos tomar las armas
pero de la educación
para abatir la ignorancia.
Es fácil ser mexicano
tan sólo por nacimiento.
Por esa razón tenemos
una nacionalidad;
pero para ser patriota
se requiere voluntad
Por esa razón debemos
luchar y comprometernos
con un nuevo patriotismo.
Porque ser buenos patriotas
y ser simples mexicanos,
no significa lo mismo.
domingo, 6 de septiembre de 2009
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