Estoy aquí, frente a ti;
frente a ti que eres testigo
de otro de mis sacramentos.
Me presento ante tu altar
para unirme a quien está
unida a mis sentimientos.
Te pido la bendición
para la senda que ahora
habrá de tomar mi vida;
esa senda que andaré
cuando me des por esposa
a mi amada prometida.
En cambio, yo te prometo
mantenerme junto a ella
en los momentos inciertos.
Ilumíname que quiero
antes que ver sus carencias
que yo mire mis defectos.
No sólo le seré fiel
porque te lo prometí.
Mucho más que prometer
me basta con entender
que no hace falta buscar
lo que tengo junto a mí.
Y te prometo Señor,
que honraré a mi compañera
como esposa, novia y madre.
Prometo que así va a ser,
si es posible aún después
que la muerte nos separe.
domingo, 13 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario