domingo, 30 de mayo de 2010

POEMA MUSICAL

DOrmida quédate aquí...
REcuéstate en mis rodillas.
MIra que mi mano izquierda
FAntasea con tus mejillas.
SOLemne, a mi otra mano
LA incito a tocar el piano,
SI tu cuerpo es mi teclado.

A lo largo de tu cuerpo
hay líneas imaginarias.
Usando mis cinco dedos
he plasmado un pentagrama.

Tu perfil es la clave de sol.
Regálame un SI, mi amor.
No hay acordes pero hay armonía.
Compuse una fantasía.

Con mis notas preparadas
y tú frente a mi acostada,
comienzo mi partitura.

Mis instrumentos de viento,
toda tú que me dejas sin aliento.
De cuerda, improviso tu cabello.
Escucho suaves latidos
de nuestros corazones...
no quiero más percusiones.

Abusaré de las notas de silencio.
Veré qué sonido obtengo
cuando improvises un beso.

Primero, y antes que nada,
te dividiré en octavas.
Qué emoción me da llegar
en la escala al DO central.

Mi pecho se ha convertido
en caja de resonancia.
Relájate, sólo mira;
yo tocaré con constancia.

El registro de mi voz es bajo,
casi llegando al silencio;
pero hay vibraciones y eco.
La única entonación
va con mi respiración.

No hay comentarios:

Publicar un comentario