domingo, 30 de agosto de 2009

CÒMO ME GUSTAS


Cuando te hago el amor

nada escapa a mi comprensión.
Tú me haces sentir que vivo
en un constante equilibrio.
Me haces sentir que soy tuyo
y que el cuerpo tuyo es mío.

Puedo escribirte el poema
más tierno, si quiero.
Pero al contrario, espero
expresar lo que he sentido
siendo algo más atrevido.

Me alucina que me guíes
cuando acaricio tu cuerpo;
que me hables, y que desvíes
mis labios hacia otro punto
donde es más sublime el beso.

Me gusta que veas mis manos
y que veas sus movimientos.
Me gusta que no las frenes.
Me gusta que las orientes
en sus desplazamientos.

Me gusta suplir tu ropa
con el vestir de mis manos.
Me gusta ver tu rubor
cuando ves que son mis dedos
tu vestimenta interior.

Me gusta cuando tus ojos
han perdido compostura,
y al mismo tiempo tus labios
sugieren ese sonido
que acompaña su locura.

Y sé que cuando te vea
debo estar acostumbrado
a sentirme sofocado.
Me tengo que preparar
para que me falte el aire
si me impides respirar.

Me gustas. Cómo me gustas.
Y al llegar la despedida
me excita tanto creer,
que cuando te vuelva a ver
podrás ser más atrevida.

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